Cómo empezó todo esto
Bueno, la historia es sencilla pero real. En 2018, dos instructores con trayectorias completamente diferentes decidieron crear algo distinto en Tenerife. No buscábamos montar otra escuela más. Queríamos un espacio donde la gente pudiera aprender sin presión, donde cada paso contara y donde el baile fuera algo más que repetir coreografías.
Durante los primeros meses, trabajamos con grupos muy reducidos. Eso nos permitió entender qué necesitaban realmente nuestros alumnos. Y lo que descubrimos fue interesante: muchos llegaban con miedo al ridículo o pensando que el baile de salón era solo para "gente con talento". Nada más lejos de la realidad.
Hoy trabajamos con estudiantes que llevan meses o años con nosotros, y también con personas que acaban de empezar. Cada grupo tiene su ritmo. Algunos vienen por diversión, otros por competición amateur, y hay quien simplemente quiere moverse mejor en una boda. Todos tienen cabida aquí.